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21 de noviembre 2016

Pablo Daniel Papini

MACRI CONFIDENCIAL: RELAJEN, RECOMIENDA ZULETA

Tiempo de lectura: 5 minutos

Cuando los profesores de Historia quieren magnificar algún suceso, sobre todo si se trata de la era moderna o contemporánea, suelen recordarnos que el tiempo que nos separa de ellos puede parecernos mucho a los mortales, pero es casi nada en relación a lo que lleva de vida el mundo. Las interpretaciones sobre los hechos y los personajes, a veces, viran ciento ochenta grados con el paso de los años, las décadas, los siglos. Juan Manuel de Rosas es el expediente icónico de ello en Argentina. Más cercano a nuestras épocas, Juan Domingo Perón es hoy reivindicado por tribunas desde las que él jamás hubiera sospechado que recibiría siquiera los buenos días.

Todo esto a cuento de comentar Macri confidencial. Pactos, planes y amenazas, libro de Ignacio Zuleta que recientemente ha salido a venta por editorial Planeta. ¿Narrar al nuevo gobierno cuando no lleva todavía ni un año de inaugurado? Fiel a la excentricidad que le conocerá cualquiera que lo siga en su carrera profesional, el autor asume ese reto, dando por tierra con la regla a la que hacíamos referencia en el párrafo anterior. E incorporándose a una tendencia que lo excede y antecede: historiar la coyuntura. El año pasado, conforme se acercaba la hora de las urnas, en el ciclo Conversaciones, de la web de La Nación, el periodista Hugo Alconada Mon les hizo sucesivos reportajes a los biógrafos de los entonces principales candidatos a la presidencia: Mauricio Macri (Gabriel Vommaro-Sergio Morresi-Alejandro Bellotti), Daniel Scioli (Pablo Ibáñez-Walter Schmidt) y Sergio Massa (Diego Genoud).

historiar la coyuntura

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El desafío que se propuso Zuleta -y, a nuestro criterio, superó con creces- es todavía más complejo, porque se trata de un experimento en marcha, con lo que corría el riesgo de que se le quemaran los papeles durante el proceso de elaboración. Al igual que sus predecesores, mezcla, tal vez con mayores dosis de audacia, la crónica periodística con análisis histórico, político y hasta sociológico. Su objeto de estudio no es sólo ni en sí la figura del presidente Macri -con lo que nos ahorra psicologismo berreta-, sino todo el artefacto que lo catapultó a la Casa Rosada, Cambiemos, a la luz de las tradiciones partidarias, institucionales y electorales domésticas.

Zuleta bucea en los múltiples derroteros, subjetivos y objetivos, que desembocan en la alianza que lacró la convención de la Unión Cívica Radical en Gualeguaychú en 2015. Es debido a ello que resulta atractivo su texto. Macri, Ernesto Sanz, Fabián Pepín Rodríguez Simón, Emilio Monzó, la designación de CEOs en el gabinete ministerial, las aritméticas de las compulsas entre peronistas y adversarios, y muy particularmente Elisa Carrió, pasan por su lupa. Rastreando en sus progenitores, y en las novedades que surgen de las conjugaciones que tienen lugar en ese cóctel, logra el prodigio de caracterizar a un recién nacido. Ofrece herramientas para debates que no pretende rematar.

lo determinante que fue para la consagración macrista la reforma constitucional de 1994

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Es especialmente atrapante su énfasis, que esparce en grajeas por distintos pasajes del texto, en cuanto a lo determinante que fue para la consagración macrista la reforma constitucional de 1994, instrumento que nos gobierna desde hace más de veinte años. Camino a convertirse en la versión más longeva de nuestra ley fundamental en condiciones de regularidad (o sea, sin golpes de Estado ni cambios de régimen), asombra lo poco que se ha polemizado respecto de sus detalles jurídicos y del marco político-partidario que la precedió, y al que transformó en proporciones enormes.

Hace pocas horas se celebraron comicios presidenciales en EEUU, donde rige el sistema de colegio electoral que aquí imperó hasta que lo abolió el Pacto de Olivos. Mientras se contaban los votos que ungirían a Donald Trump, alguien en Twitter no tuvo mejor idea, para que los kirchneristas profundicemos aún más el duelo de la derrota, que procesar los resultados de la primera vuelta argentina del año pasado según el método que dejaron de lado entre Raúl Alfonsín y Carlos Menem: Scioli habría arrasado. Vaya, pues, si no será seductor problematizar aquella modificación constitucional, la única operada por acuerdo de la totalidad del arco parlamentario nacional, que Zuleta rotula al elenco gobernante como Partido del Balotaje, instituto que reemplazo al sufragio indirecto. Lo había dicho antes Martín Rodríguez, Cambiemos jugó a engrosar su articulación de minorías en función de los escalones de los turnos electorales: PASO, primera y segunda vuelta.

Por último, Zuleta impugna los dictámenes que acerca del Frente para la Victoria se tienen por seguros. ¿Cristina Fernández de Kirchner jugó de veras a perder, apostando a emular la hipótesis chilena Michelle Bachelet/Sebastián Piñera? ¿Era tal su tiranía sobre el peronismo territorial, y el dominio del justicialismo bonaerense sobre su geografía? ¿Puede realmente decirse que fue la postulación de Aníbal Fernández lo que definió el pleito a favor de Macri? ¿Fue tan catastrófico el desempeño de Scioli teniendo en cuenta el contexto de los doce años que prologaron su candidatura presidencial? Quien valore mucho sus certezas en relación a estos ítems, gaste su dinero en otra cosa. Aquí encontrarán observaciones estructurales, casi nada personalistas.

Zuleta rotula al elenco gobernante como Partido del Balotaje

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Con el sello inconfundible de la prosa que aún hoy hace escuela en el matutino Ámbito Financiero, pese a que lo abandonó justamente a poco de haber ingresado Macri en Balcarce 50, Zuleta consigue que cerca de cuatrocientas páginas se lean ágilmente, y al final parezcan pocas. Algunas contradicciones e imprecisiones que resaltan a lo largo de su desarrollo no empañan lo valioso del intento de construir una tesis que expone los cimientos de una sorpresa que quizá no fue tal.

De cultura amplia y predilección por la fineza, Zuleta, tiene como fortaleza su inclinación hacia la política diplomática, la electoral y la religiosa. Si se quiere, los rincones estatales más indisponibles a los giros que cíclicamente imprimen a las instituciones los humores ciudadanos. Ese conocimiento de las mesas en las que rivales que a veces se presumen irreconciliables siempre finalmente deben congeniar así sea mínimas normas de convivencia -aunque en las sombras, para que el combustible de las peleas a muerte no se agote-, le permite a  desdramatizar siempre todo. Quien lo haya visto o escuchado hablar, sabrá a qué nos referimos: nada es nunca para tanto, parece decirnos siempre, y con pilas de argumentos. Es ese docente que, ante los nervios de los alumnos por un examen complicado, les miente que será una pavada. Eso ayuda a enfrentar cualquier obstáculo.

9789504955184 (2)

Clásico caminante de pasillos y tertulias dirigenciales, su Macri confidencial, por todo esto, marida a la perfección con el cierre de una etapa marcada a fuego por la intensidad. Él que, como dijimos, nunca se dejó llevar por esos vientos porque se ocupó de espiar tras bambalinas, tiene con qué orientarnos si es que vamos hacia nuevos rumbos. Quizá hayan sido demasiados los conflictos abiertos por el kirchnerismo, tal vez no. Pueden haber sido más o menos genuinos. Acaso en su mayoría fueron sencillamente inevitables. Quizá el exceso estuvo en los niveles de vehemencia de cada episodio. O en haberse pasado de largo con tal lógica. Ya no le importa eso más que a la Historia. Para quienes quieran comprender el presente, este libro es imprescindible.

Nadie mejor para ello que alguien que, además de rupturas, conoce de sobra sobre continuidades.

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