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ROBERTO CARLOS: UN REY DE OCHENTA AÑOS

Tiempo de lectura: 4 minutos

Cuando en la década del sesenta Sandro incendiaba Argentina con sus hits y sus movimientos sexuales, surgía eso que se conoció como Música Beat, movimiento manejado por las empresas discográficas y televisivas que encontró en la juventud un negocio fabuloso en ciernes. No era cualquier tiempo: eran los tiempos del Mayo Francés, Vietnam, Marcusse y el Che. Dado que estos movimientos no suceden de manera aislada algo parecido ocurrió en Brasil con La Jovem Guarda que también surgió a mediados de la década. En 1965 se empezó a emitir en la TV paulista un programa que sería sumamente exitoso y que precisamente llevaba ese nombre: Jovem Guarda. Sus conductores eran Erasmo

Carlos (cuyo nombre real es Erasmo Esteves)la cantante Wanderléa y Roberto Carlos Braga Moreira quien, a poco de andar, sería nada menos que Roberto Carlos. Pensemos en nuestros Sábados circulares, Sótano Beat o Música en Libertad para entender rápidamente el boom brasileño. Canciones del rock internacional traducidas, pelo largo, pantalones oxford y camisas floreadas, todo muy parecido. La diferencia, quizás, la podemos encontrar en la resistencia que esta movida encontró en los sectores intelectualizados de Brasil, que por aquella época estaban absolutamente tomados por el fenómeno de la bossa nova y llegaron a desconocer las influencias que de alguna manera tuvo en el Tropicalismo de Bethania, Caetano, Gilberto Gil y Gal Costa de fines de los setenta. Algo similar pero con menos intensidad se pudo ver en Argentina, porque esos también fueron los años de surgimiento de nuestro rock, cuando en junio de 1967 Los Gatos grabaron “La balsa”.

Roberto Carlos dejó el programa a fines de 1968 y se lanzó como solista grabando algunas cosas en la onda de la bossa nova y fue crucificado por sectores de la crítica que lo acusaron, de manera asquerosamente elitista, de intentar practicar un “Joao Gilberto para pobres”. Crueles.

Cuando diversos cantantes como Julio Iglesias empezaron a apropiarse del mundo de la balada en castellano, Caetano llegó a decir que Roberto Carlos era “nuestro Ministro de Defensa”

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Ya en los setenta Roberto Carlos se transforma en lo que aquí conocemos como cantante melódico y comienza la carrera de O Rey con más de medio siglo de un éxito local e internacional verdaderamente asombroso, al punto de haber vendido más de 150 millones de discos, una verdadera desmesura. Pero su historia es realmente dura: de niño fue atropellado por una locomotora y debieron amputarle la parte inferior de su pierna derecha; sus tres grandes parejas fallecieron de cáncer y un hijo tuvo problemas de ceguera. Con los años Roberto Carlos padeció de varios TOC, como ejemplo no grabar ni actuar en el mes de agosto; vestir sólo de blanco y azul; llevar muebles fabricados en Brasil para sus camarines cuando está en el exterior; no firmar contratos en luna menguante y entrar y salir por la misma puerta. Su obsesiva vida personal fue en paralelo al tremendo éxito artístico que en Argentina se vivió con muchísima fuerza en los setenta con éxitos arrolladores como “Un gato en la oscuridad”, “Amada amante”, “Lady Laura”, inspirado en su madre y verdaderos tanques que integraron ese compilado que aquí se editó en 1973 con el nombre de “Los más grandes éxitos de Roberto Carlos en castellano Vol 2” como “Por amor”, esa obra de arte llamada “Detalles”, “La distancia”, “Qué será de ti”, entre otros, y “Traumas”, uno de los dos temas donde cuenta parte de su vida, su niñez cuando lo apodaban Zunga. Por cierto una de sus más bellas obras es “Amigo”, que le dedicó a Erasmo Carlos, su gran socio en la creación de canciones de altísimo impacto e hincha como él del Vasco da Gama (contrariamente a lo supuesto por la mayoría, no tienen ningún parentesco). Y que compusieron juntos, para variar. Roberto le llevó la letra y Erasmo compuso la música.

En Argentina los años setenta fueron el tiempo del reinado mayor de RC que por supuesto continuaría en lo sucesivo aunque decreciendo poco a poco. Amigo de Caetano Veloso pero con un vínculo tormentoso que no impidió que ambos se dedicaran canciones. Cuando diversos cantantes como Julio Iglesias empezaron a apropiarse del mundo de la balada en castellano, Caetano llegó a decir que Roberto Carlos era “nuestro Ministro de Defensa”, luego, ya en plena dictadura Caetano tuvo que exiliarse y Roberto Carlos fue muy valiente tratando siempre y por todos los medios de nombrar a su amigo. No casualmente en 2008 grabarían juntos un famoso disco dedicado a Antonio Carlos Jobim, luego se distanciarían casi definitivamente cuando RC impidió que circulara una biografía suya trabajada durante dos décadas por Paulo Cesar de Araújo y cuando envió un telegrama de agradecimiento al presidente Sarney por haber prohibido el film “Yo te saludo María”. Roberto Carlos ingresaba definitivamente en una etapa ya de fanatismo religioso.

su historia es realmente dura: de niño fue atropellado por una locomotora y debieron amputarle la parte inferior de su pierna derecha; sus tres grandes parejas fallecieron de cáncer y un hijo tuvo problemas de ceguera

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Roberto Carlos, una figura ya legendaria que acaba de cumplir los 80, fue muchas veces criticado por su prescindencia en materia política. Con excepciones que iban de izquierda a derecha (podía en tiempos de dictadura defender a su amigo exiliado, como dijimos, o manifestar más recientemente su simpatía por Bolsonaro como cuando en 2019 declaró “Veo todo con mucho optimismo porque las cosas como estaban no podían continuar y las propuestas del nuevo presidente, Bolsonaro, de cambiar todo lo errado en mi país las veo con esperanza. Pienso en positivo”). Así son muchos artistas populares, es decir, no pendulares, sino conciencias que no se organizan por lo ideológico. Intuitivos, ventajeros, afectivos… conmovedores. Roberto llegó a tal nivel de injerencia en el pueblo brasileño que un periodista arriesgó en su momento nada menos que: “Roberto Carlos ha abolido la lucha de clases en Brasil”.

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Comentarios

  1. Juan

    el 22/04/2021

    Excelente nota, slds

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