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Tiempo de lectura: 5 minutos

La foto de los diarios amontonados con la misma tapa azul fue la versión en papel de la foto que ubicaba al presidente Alberto Fernández en el centro, entre Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta: frente a la amenaza del nuevo coronavirus no hay grieta.

Ese discurso tuvo exponentes mediáticos tan obvios como el mencionado y otros más sutiles, entre los cuales la transmisión de la edición virtual de las charlas TedX por la TV Pública, que empezó durante la gestión anterior y que continuó este año, sea tal vez un ejemplo. 

Mientras el clamor de la unidad y el frentismo veían sus consecuencias en un inusual consenso mediático, se empezó a gestar este otro proyecto de impacto emocional, simbólico y práctico: Unidos por Argentina, una emisión especial en seis canales de televisión a la vez, transmitida desde los estudios de La Corte, otrora productora de Fútbol para Todos hasta 2015. El programa especial fue impulsado por Fabiola Yañez, pareja del presidente, según cita Perfil, motivada por esas tapas azules de los diarios que llamaban al unísono a cumplir la cuarentena, y tuvo como objetivo juntar fondos para las Cruz Roja.  

Cada canal puso sus conductores, que se mezclaron entre sí, y fueron presentando videos y entrevistas a artistas multitarget -desde Tini Stoessel a Roger Waters- y a personalidades también heterogéneas, como Adrián Suar o el médico Daniel López Rosetti. Es curioso: al final del programa mostraron escenas del backstage, entre ellas la llegada de los conductores a la productora y su consecuente puesta de alcohol en gel, como si ese fuera el paso previo a la esterilización de posibles virus y también a la homogeneización.

al final del programa mostraron escenas del backstage, entre ellas la llegada de los conductores a la productora y su puesta de alcohol en gel, como si ese fuera el paso previo a la esterilización de posibles virus y también a la homogeneización

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La cadena del ánimo

Mi hijo, que está aprendiendo a hablar, usa expresiones cuyo significado no entiende del todo. Cuando algo no está ni muy caliente ni muy frío, él le dice muy tibio. No es un oxímoron necesariamente. De hecho, funciona bien para definir el plantel de celebrities que desfilaron mediante sus cámaras domésticas. Con algunas excepciones, se buscó evitar a toda costa “dividir la pantalla”, expresión que dice Pablo Echarri que le dijeron como argumento cuando lo bajaron de la miniserie de Sandro en Telefé en 2017.

No dividir la pantalla fue una consigna explícita a juzgar por la insistencia -hasta la parodia- de las distintas variantes de la palabra “unión”. Y propagando ese cliché, la televisión se ubicó en el lugar que tantas veces quiso ocupar: el de la totalidad, lo masivo, lo que es para todos. Especialmente en relación con las polarizadas redes sociales, que venían compitiendo con el hashtag  #UnidosPorArgentina con otros como #ApagónAFabiola,  #Teletongo, y otros tantos. La televisión es Albertista, las redes son la grieta.

El mismo domingo en otra parte del mundo, la Reina Isabel II envió un mensaje al pueblo británico en el que recordó, con foto ilustrativa y todo, la vez que en 1940 se dirigió a los chicos del Reino en tiempos de guerra. La transmisión fue vía radio, porque todavía la televisión era muy incipiente. Un año antes, su padre el Rey Jorge VI, había dado otro discurso masivo por la declaración de guerra a Alemania. El broadcast tiene ese no sé qué… Sucede en vivo, les habla a todos a la vez, con un mismo mensaje.

Además, el uso de la televisión y la radio crecen durante la cuarentena. Según los datos de Kantar Ibope, los noticieros del prime time sumaron 466.072 personas al promedio diario si se compara el 19 de Marzo con el 2 de Marzo, mientras que las señales de noticias aumentaron su audiencia en un 133%. El rating de la televisión en hogares aumentó un 33%, entre el 2 y el 25 de marzo. También, sube el consumo de plataformas, como analizó el investigador Agustín Espada con los datos disponibles a una semana de la cuarentena. Y el presidente pareció recoger algo de todo esto en su reconocimiento del error táctico por el tema de los jubilados amontonados: en un diálogo con Marcelo Bonelli advirtió que sus campañas de información fundamentalmente fueron por vía gráfica, mientras que los medios gráficos circulan cada vez menos. En definitiva, la televisión no dejó de ser la vía principal de información en Argentina, según la última encuesta del Sinca.

La televisión es Albertista, las redes son la grieta

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Entre el anuncio de la iniciativa y su concreción surgieron algunas quebraduras del consenso de las tapas -cacerolas, preparagas, jubilados-, pero los seis canales transmitiendo lo mismo por televisión retomaron el ideal de la comunión para un fin solidario por encima de cada una de las partes. La propia Yañez fue la encargada, en su mensaje grabado hacia el final de la emisión, de subrayar su valor político: “Que podamos tener una sociedad unida en este momento es de un enorme valor. Quizá sea el universo, que nos ha destinado a unirnos después de tanta división”.

Gesta y gasto

Un evento como el teletón del domingo presiona el botón rojo de las comparaciones, especialmente con la madre de todas las transmisiones épicas, maratónicas, oficiales: 24 horas por Malvinas. Un programa ideado por Cacho Fontana que también fue el conductor, junto con Pinky, donde participaron todos: desde Norma Aleandro hasta Susana Giménez, desde Maradona a Soledad Silveyra, que contó una vez que para algunos actores censurados por la dictadura, el programa fue la primera posibilidad de volver a aparecer en la televisión. Si bien salió solo por ATC, participaron los elencos de los otros canales, todos estatales en ese momento, por cierto.

El programa buscaba donaciones para los soldados y consiguió juntar millones de dólares. Pero el destino incierto de esa plata quedó abrochado a la frustración por la guerra perdida y selló al programa con la palabra estafa. La asociación Estado, solidaridad y televisión se convirtió en algo así como un trauma nacional, y muchas de las personalidades que asistieron llegan a exponerlo con algo de vergüenza.

El hecho de que en ese momento el programa lo organizara una dictadura cambia de manera tajante la naturaleza de una iniciativa como esta. Sin embargo, teñir de gesta la lucha nacional contra el Covid-19, establecer héroes, en este caso el personal médico y no médico y trabajadores de otros sectores, y pedir donaciones por televisión regadas por el star system los hace vagamente semejantes.

Un evento como el teletón del domingo presiona el botón rojo de las comparaciones, especialmente con la madre de todas las transmisiones épicas, maratónicas, oficiales: 24 horas por Malvinas

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Unidos por Argentina recogió el guante de las comparaciones: lo hizo Mirtha Legrand cuando dijo sin que nadie le preguntara que le parecía mal la comparación porque en este caso estaba la Cruz Roja, que era una garantía de transparencia -a lo que Angela Lerena, representante de la TV Pública, sumó la diferencia entre un gobierno democrático y una dictadura-, lo hicieron varios conductores cuando se ocuparon de enfatizar el proceso auditado de administración de la plata recaudada, y lo hizo de un modo más sutil y tal vez no buscado la propia producción, cuando incluyó en el himno final versión mosaico, entre muchos otros cantantes, a Susana Rinaldi, quien cantó el himno en el programa de 1982. 

Unidos por Argentina juntó 88 millones de pesos para que la Cruz Roja se haga de equipamiento que va a distribuir en coordinación con el Ministerio de Salud. El evento, bastante sutil, ameno y sin grandilocuencias chauvinistas –muy tibio, digamos-, se suma a la lista de programas asociados a las gestas, como también lo fueron las 96 horas de transmisión de ATC del levantamiento Carapintada.

Pero también, se ubica para ser pensado en línea con la idea clásica de la comunicación como servicio público, que fue sobradamente discutida durante los debates de la ley de servicios audiovisuales , pero está siendo tímida y astutamente puesta en práctica a la hora de ver cómo comunicar la prevención del contagio, los datos oficiales de contagiados y muertos o qué DNIs cobran cuándo.

El domingo, TV Pública y Canal 13 tuvieron la misma programación durante unas 5 horas, pero no parece que esa vaya a ser la tónica de acá en más. Porque, como decía la publicidad de Medifé del mismo programa para caracterizar los tiempos del coronavirus: estemos unidos, mantengamos distancia.

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