Tiempo de lectura: 5 minutos

El elitista y la populista. El liberal y la partidaria de un estado fuerte e intervencionista. El pro-globalización y la soberanista. El cosmopolita y la nacionalista. El que apunta al extremo centro y la que cita a Joseph Stiglitz sobre la desigualdad, o Jean Jaurès sobre retórica patriótica. El que se desmarcó de las grandes estructuras partidistas y la líder de un actualizado partido de décadas. El amigo de los mercados y la defensora del patriotismo económico. El fan de Obama y la aliada de Putin. No, no me refiero a Mauricio y Cristina. Son Macron y Le Pen. Francia ensayó su plebiscito sobre el proyecto europeo y ganó la UE por amplia mayoría.

“La UE nos reprime”, decía Le Pen. Reclamaba “independencia” de los franceses para decidir su futuro. “La mundialización salvaje ha sido una pesadilla, es hora de recuperar la protección de la nación”, gritó en el primer debate presidencial.

Pero Emmanuel Macron venció por más de 33 puntos y el próximo domingo asumirá como presidente. Antiguo afiliado del partido socialista y exministro de Economía de la vilipendiada administración Hollande, Macron dio muestras de que lo suyo no era la lealtad desde el principio.Cuando Hollande propuso un impuesto del 75% para los millonarios, el entonces recién asumido ministro escribió “esto es como Cuba, pero sin el sol”.

Le Pen consiguió triunfar en las zonas donde la tasa de paro es más alta y entre quienes menos ganan. Sus propuestas calan más entre los jóvenes, quienes tienen menos ingresos y menor formación educativa. Macrón, todo lo contrario: mayores de 50 años, nivel económico medio y alto, y universitarios.

El establishment económico también celebra la victoria de este antiguo banquero y espera expectante que cumpla sus promesas de liberalización y flexibilización laboral en un país tan combativo sindicalmente. Resolver el nudo gordiano de la competitividad: el problema del “costo francés”.

Hasta las elecciones legislativas del 11 y el 18 de junio no se reconfigurará la correlación de fuerzas políticas y de momento Macron no cuenta con ningún diputado propio. Habrá que esperar.

Si bien los resultados pueden interpretarse como un contundente freno de los franceses al euroescepticismo y la xenofobia, no es menos cierto que uno de cada tres votantes lo hizo por Marine Le Pen y el Frente Nacional batió un récord al duplicar prácticamente las cifras de su padre en 2002. Y la abstención en el ballotage fue en torno al 25%, la más alta en una segunda vuelta desde 1969, mientras que los votos nulos y en blanco sumaron un 12%, la cifra más alta jamás registrada durante la V República. Un 37% dio la espalda a ambos candidatos.

La campaña de Macrón se vio enormemente beneficiada por dos circunstancias totalmente ajenas: las candidaturas de los dos grandes partidos tradicionales acabaron siendo desastrosas.

Por el lado de los conservadores, el llamado “caso de los empleos falsos”. Fillon era el favorito a ocupar el Elíseo al comenzar el año hasta que le explotó un escándalo de nepotismo y quedó fuera del ballotage. De haber ganado Sarkozy o Juppe en las primarias, posiblemente hoy el presidente sería Republicano.

Por el otro lado, la victoria del demasiado-a-la-izquierda-para-sus-votantes Hamon sobre el socioliberal y ex Primer Ministro Valls en las internas socialistas destrozaron al partido provocando una fuga masiva de votos hacia Macron y Mélenchon.

Este asunto del PS es una imagen que comienza a ser tendencia en la socialdemocracia europea: bases que votan en primarias un giro a la izquierda para que luego la sociedad les dé la espalda. Es el caso de Corbyn en Reino Unido y quizás veamos la secuela española en las internas del PSOE el 21 de mayo si las gana el ahora muy izquierdista Pedro Sánchez.

Tras las internas socialistas Hollande y Valls no apoyaron a Hamon sino que anticiparon su voto a Macron. El que pierde no acompaña. “El Partido Socialista ha muerto”, explica Valls.

“The prime time of yourlife” es una canción-oda a la juventud compuesta por el dúo francés Daft Punk en 2005. Una mensaje hacia los jóvenes que reclama sentido de la responsabilidad y voluntad. “No esperes y hacelo, ahora, vivilo. / El momento estelar de tu vida” reza la letra. Hacete cargo flaco. Ser joven es como ser Spiderman, conlleva una gran responsabilidad. Macrón es el presidente más joven en la historia de la democracia francesa y uno de los mandatarios más jóvenes del mundo. Forman parte de este club el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau (45), de Grecia, Alexis Tsipras (42) y de Bélgica, Charles Michel (41). Macron tiene 39 años y su partido sólo un año. La generación nacida en los 70’s va teniendo su hora. Se preparan los millennials.

UE: 60 años de progreso, una década de crisis

Migratoria, económica, de seguridad, social, política: han sido muchas las crisis europeas en la última década. No obstante, 28 países, 510 millones de personas, integración, mercado y moneda común, Estado de Bienestar y, sobre todo, relativa paz y estabilidad regional no son poca cosa. La creación política más sofisticada y progresista en la historia de la humanidad, como dice Andrés Malamud, pasó a ser cuestionada en su continuidad por primera vez desde su creación.

A comienzos del siglo XVII, la guerra religiosa de los Treinta Años devastó Europa central. La Paz de Westfalia trajo un nuevo orden al continente basado en el concepto de soberanía nacional y el monopolio de la fuerza por parte del Estado. Marcó el nacimiento de los Estados-nación. Un nuevo equilibrio para impedir que unos Estados se impongan sobre otros. Los efectos de la Paz de Westfalia se mantuvieron hasta las guerras y revoluciones nacionalistas del siglo XIX, y tras las dos guerras mundiales, sus valores sirvieron de base para plantar la semilla de la actual Unión Europea.

La humanidad siempre se valió de la guerra para resolver sus conflictos. La paz entendida como un paréntesis entre guerra y guerra. La idea de paz permanente comienza con Westfalia y se intensifica en el siglo XX ante el posible auto aniquilamiento de la especie. Las armas nucleares nos obligan a una paz permanente.Una Europa desmembrada es un peligro para la humanidad.

La locomotora germana

Macron respetará la tradición inaugurada por Mitterrand en 1981 que consiste en hacer su primer viaje al extranjero a Berlín. “Refundar nuestra Europa”, exclamó Macron en su discurso de victoria. Merkel ya le informó que no. “No veo por qué tenemos que cambiar nuestra política en este momento”, declaró la canciller. Macron y Merkel difieren en austeridad y timings para consolidar las finanzas públicas. Su relación será uno de los retos más importantes para el nuevo presidente.

Si hay unas elecciones verdaderamente trascendentes para el futuro de Europa son las generales de Alemania del 24 de septiembre. El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) recuperó intención de voto tras el lanzamiento del expresidente de la Eurocámara, Martin Schulz. Pero aún así las encuestas anticipan una nueva victoria de la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Merkel vuelve a ser la candidata democristiana, por cuarta vez, tras 12 años al frente de su país. #AngelaEterna. Horst Seehofer, líder de la Unión Socialcristiana (CSU) y aliado de CDU la definió a pesar de sus diferencias, como  “una isla de estabilidad”.

Alternativa para Alemania (AfD), el partido anti Europa, hoy tiene una tibia intención de votos en torno al 10%. Y los dos grandes partidos tradicionales en Alemania suman hoy más del 60% en intención de voto.

El euroescepticismo ha aumentado a lo ancho del continente. Pero a pesar de la tendencia, tras 10 años de crisis las fuerzas centrípetas siguen atrayendo a europeo hacia la ancha avenida del medio. El euroescepticismo consiguió el Brexit, pero los partidos que lo defienden no logran ser gobierno. Se va imponiendo la Europa de diferentes velocidades para paliar el riesgo de la desintegración, y con un nuevo énfasis en la seguridad. El proyecto europeo está tocado, pero no hundido.